Editorial
Enfrentamiento a la COVID-19 en el sistema médico deportivo cubano
Confrontation to the COVID-19 in the Cuban sport medical system
Pablo Castillo Díaz1* https://orcid.org/0000-0001-9724-6290
Estimados lectores:
El Instituto de Medicina del Deporte (IMD) como todos los centros de salud de Cuba, cambió su estrategia de trabajo después del 11 de marzo del 2020, cuando se notificó el primer caso de la enfermedad COVID-19, desde esa fecha, la cantidad de casos diarios en el país fue en aumento y hasta el 31 de agosto se registraron 4 065 pacientes positivos, 2 345 de alta médica y 95 fallecidos.
Después de estos acontecimientos el Instituto organizó un sistema de trabajo que partió de acciones de capacitación para actualizar al personal de salud, sobre los síntomas, signos y comportamiento de la enfermedad. Asimismo, se realizó una audiencia sanitaria a los que forman parte de las áreas de servicios, auxiliares generales, choferes y recepcionistas, los que debían cumplir las medidas sanitarias para en su desempeño, no poner en peligro su vida ni la de las personas a las que prestan servicio.
En el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), el IMD, así como en su red de Centros Provinciales (CEPROMEDE), se activó el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, en coordinación con Cubadeportes y los médicos de los diferentes deportes, para tener el control de todos los atletas que entraron al país y someterlos a vigilancia sanitaria, a ellos y sus familiares, así como a los que continuaron saliendo a eventos clasificatorios para los Juegos Olímpicos, ya que se mantuvieron los cronogramas para la cita olímpica y había que continuar con la preparación hasta tanto no cambiaran las indicaciones al respecto.
Como parte de las actividades para enfrentar la preparación ante esta inminente pandemia, los viernes de cada semana, la dirección del IMD participó en reuniones con la Dirección de Higiene y Epidemiologia del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) desde donde se establecieron las orientaciones, en correspondencia con la fase de transmisión dentro del país.
La Facultad de Medicina "Enrique Cabrera", rectoró todo el proceso de capacitación a sus profesionales, facilitando los programas, que fue Certificado por la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. Esta capacitación se fue actualizando en cuanto a los protocolos de actuación para diagnóstico, tratamiento y conducta ante cada caso e incluso los protocolos para el manejo de personas fallecidas, pues al ser una enfermedad de reciente aparición, no se conocían todos los elementos para hacer el abordaje clínico epidemiológico y de diagnóstico y tratamiento que permitiera controlar la incidencia y prevalencia, así como la morbilidad y la mortalidad; por lo que hubo que estudiar y aprender a través de las experiencias de los médicos chinos y de otros países, que fueron los primeros en enfrentar las complicaciones de la COVID-19.
Se capacitó también al Consejo de Dirección del INDER y después se iniciaron las capacitaciones de todos los médicos y enfermeras del Instituto, haciendo énfasis en los aspectos higiénicos epidemiológicos relacionados con la transmisión y con las medidas para afrontar la pandemia, la prevención de esta enfermedad, así como las Fases a decretar según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Como parte de la preparación de todos los que laboran en el sistema del INDER, se realizaron audiencias sanitarias en el organismo con la participación de todas sus entidades. Además fue extensiva a entrenadores y comisionados de todos los deportes de las dos escuelas de alto rendimiento: la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento "Cerro Pelado" y la "Giraldo Córdova Cardín". Fue necesario también preparar a los deportistas, para ello que se realizaron audiencias sanitarias en todos los deportes, las que fueron impartidas por la Triada Médica (médicos, psicólogos y fisioterapeutas) del IMD.
En estas audiencias se explicó la necesidad de tomar medidas para protegerse, a través del distanciamiento físico, el lavado frecuente de las manos, no tocarse la cara, evitar el contacto con las superficies y los objetos que nos rodean, los que pueden estar contaminados, como son manillas de puertas, pasamanos de escaleras, botones de elevadores, barandas y otros. La vida de las personas cambió, pues pronto identificaron que el tapabocas o mascarilla, así como la desinfección con algunas soluciones, como el Hipoclorito de Sodio, pueden mantenernos sanos y evitar la transmisión de esta enfermedad sin cura hasta la actualidad.
Las capacitaciones primero se efectuaron a los médicos, tecnólogos de la salud, enfermeras y personal de enfermería. En una segunda etapa se realizó capacitación de segundo nivel impartida por especialistas del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), a los médicos que se incorporaron a las brigadas de enfrentamiento a la enfermedad en los centros de atención terciaria en el Hospital Frank País; los médicos del Sistema Médico Deportivo, se agruparon en un Contingente que se nombró "Cerro Pelado" que se constituyó con tres brigadas médicas.
Tanto de las capacitaciones como de las audiencias sanitarias se entregó información diaria a través de la Facultad Médica Docente Enrique Cabrera. Las enfermeras y médicos se incorporaron a las pesquisas de las áreas de salud, las visitas de hogar a hogar, en la búsqueda activa de nuevos casos y la vigilancia de casos de riesgo o contactos en los centros de aislamiento. Los CEPROMEDE entregaron partes diarios al IMD para informar al INDER de la situación en todo el país en las Escuelas deportivas de los deportistas.
El 22 de enero del 2020, un grupo de 8 atletas y un entrenador regresaron de una base de entrenamiento en China, algunos presentaron síntomas: fiebre y malestar general por lo que fueron atendidos y llevados al IPK, en donde permanecieron 14 días aislados en cuarentena, todos los exámenes fueron negativos, pero el sistema actuó de acuerdo a las directivas del MINSAP, aquí se puso de manifiesto la necesidad de una rápida respuesta ante esta enfermedad.
Ante la posibilidad del surgimiento de casos en la población atlética del país, se estableció una reunión diaria en el IMD para evaluar la situación del sistema deportivo cubano y poder tomar decisiones de forma oportuna, si fuera necesario, en el Puesto de Mando se dieron las orientaciones y se recogió la información de todas las incidencias de enfermedades dentro y en el exterior donde hay colaboradores y se controlaron las entradas y salidas del país para la vigilancia epidemiológica.
Debido a esta situación epidemiológica y por los riesgos que entrañaba mantener internados a nuestros deportistas se decidió desconcentrar a los atletas y enviarlos a sus respectivos hogares a cumplir la cuarentena indicada. El primer deportista cubano contagiado por COVID-19 fue un voleibolista contratado en el extranjero, jugador de un club de la Liga de Estonia, así como un luchador, un árbitro de judo una profesora de la Escuela de Remos de Varadero y una fisioterapeuta del IMD, los que al resultar positivos fueron hospitalizados y atendidos según los protocolos establecidos. El seguimiento clínico epidemiológico regulado para los atletas, directivos y trabajadores del sistema INDER arribados a Cuba o quienes constituyen contactos ha demandado que 8 atletas estuvieron hospitalizados en aislamiento restrictivo a su arribo al país.
De los 19 diagnosticados con la enfermedad en todo el Sistema INDER, 16 se recuperaron y 3 casos activos (2 Venezuela). De este número 4 son atletas, 14 funcionarios y un médico. De los 19 casos 14 tienen como origen del contagio en el territorio nacional y 5 en el exterior.
En el deporte se encontraban ingresados para vigilancia clínico epidemiológica en los centros de aislamiento, hospitalización y vigilancia domiciliaria 17 funcionarios cubanos del sistema deportivo y 1 atleta.
Médicos, enfermeras, fisioterapeutas, psicólogos y técnicos de todo el sistema participan en las labores de pesquisa. Los psicólogos, a través de las líneas de ayuda, prestaron atención psicológica a todos los que la solicitan y los apoyaron en su recuperación. De estos profesionales 14 estuvieron en centros de la COVID y 4 en la Brigada Henry Reeve.
Los deportistas continuaron en sus casas, cumpliendo orientaciones de metodólogos y entrenadores, tratando de mantener la forma deportiva para una vez que se reanuden los certámenes internacionales, poner en alto el nombre de nuestro país, ahora la tarea más importante es preservar su salud y la de sus familiares, como parte del enfrentamiento a la COVID-19 en el sistema médico deportivo cubano, asumiéndolo con disciplina e incorporando las medidas sanitarias como estilo de vida.
Dr. Pablo Castillo Díaz
Director de
la Revista